miércoles, 23 de octubre de 2013

¿A qué edad se comienza a tener contracturas?

Por comentarios que me dejáis en Facebook y por mensajes privados, he podido observar que hay quienes piensan que con 12 o con 7 años (es decir niñ@s y adolescentes), no es normal tener contracturas.

Quiero dar una respuesta hoy a este asunto porque veo que es una duda bastante común.

Una contractura (como su propio nombre da la pista) es una contracción de uno o varios músculos. Pero no la contracción natural que debe producirse para que nuestro cuerpo se mueva.

Para que podamos movernos, los músculos tienen que encogerse y estirarse, y fruto de ese baile muscular surge el movimiento corporal.

Los músculos digamos que son una cuerda formada por muchas cuerdas pequeñitas que están todas juntas y pegadas entre si, pero sin montarse unas sobre las otras, sino al lado. Aquí os dejo una imagen.


Cuando esas cuerdas pequeñitas se montan unas sobre las otras en alguno o varios lugares de la cuerda (el músculo), digamos que se forman unos nudos que son los que en términos médicos se llaman "contracturas".

¿Por qué se forman?

Es difícil saber con exactitud, cuál o cuáles pueden ser los motivos que dan lugar a estos nudos (contracturas).
Desde un golpe hasta tu forma de moverte, hay un amplio abanico de respuestas.
Pero ese no es el asunto en el que me quiero centrar en el artículo de hoy.
Hoy quiero hablar de si es normal que los niños y adolescentes tengan contracturas, y la respuesta es SÍ.

En una ocasión una madre me llamó para ver si podía hacer algo en el cuello de su hijo. Su hijo tenía 8 años y se había caído de cabeza desde lo alto de un parque de bolas. No podía mover el cuello y le había salido un bulto bastante grande. Después de comprobar que no tenía nada roto, de aplicarle los fármacos en forma de crema que le había recetado el médico y viendo que aquello no mejoraba, se puso en contacto conmigo para ver si yo podía hacer algo.

En este caso el niño tenía una tremenda contractura producida por el golpe de la caída que era lo que veíamos en forma de bulto.
En este caso las maniobras utilizadas son técnicas de quiromasaje que lo que hacen es volver a darle al músculo la forma original.

¿Y cómo se hace esto?

Conociendo la dirección que tienen las fibras musculares, (es como se llaman las cuerdecitas pequeñitas de las que hablábamos al principio de este post), se van moviendo con los dedos, con el fin de desmontar la montaña que han formado apilándose unas sobre otras, y al hacerlo el músculo recupera su forma natural y puede estirarse fácilmente para realizar el movimiento sin que este de lugar al dolor.

Espero que haya podido aclarar algo sobre este asunto de la edad en las contracturas.

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¡Hasta la próxima!

sábado, 19 de octubre de 2013

No puedo relajarme, ¿qué hago?

Fíjate cuantas veces oyes expresiones como: " toma aire", "respira tranquil@", "relájate". Pero, ¿cómo pasar estas expresiones a la práctica?
Muchas personas no saben relajarse, les parece muy difícil e incluso imposible relajar su cuerpo. Ell@s creen que están relajados, pero no lo están.

¿Cómo podemos comprobar si sabemos relajarnos o no?

Una opción es la siguiente:
Túmbate en la cama, en el suelo, en una camilla.... donde quieras, y pide a alguien que levante tu pierna de forma lenta hasta que comiences a notar tensión en los músculos de la zona que te están estirando. Dile a la persona que ponga una mano cerca de la pierna que ha levantado para cogerla mientras la suelta de la mano que la sujetaba. 
Si la pierna cae "muerta" significa que estás relajad@, si la pierna se queda arriba aún cuando nadie la está agarrando, claramente no estás relajad@.

Entonces ¿cómo puedo conseguir ese estado de relax?

Respirando correctamente. 

La respiración es importantísima para conseguir un estado de paz y equilibrio interno. Si acudes a sesiones donde los estiramientos forman parte del tratamiento es absolutamente necesario que te relajes, si no lo haces será imposible estirar el músculo. Lo que podemos hacer es dejarlo peor.

Pondré este ejemplo:

Imagina dos personas situadas en ambos extremos de una cuerda, en este caso el músculo será la cuerda y los extremos de esta cuerda imaginaria serán los huesos. Si uno tira hacia un lado y el otro hacia el otro, lo más probable es que la cuerda sufra daños en su estructura por la tensión recibida por ambas partes. Si alguien quiere estirar tu pierna y tú lo frenas, no puede darse el estiramiento necesario para que el músculo en tensión se torne flexible, que es el fin y el objetivo del estiramiento.

Así que practica a diario formas de mejorar tu respiración.
Nada se aprende en un día, a respirar tampoco.
Pero la práctica crea el hábito, así que practica todo lo que puedas.

Hoy voy a enseñarte un ejercicio de percepción de la respiración.

Ahora mismo mientras lees esto, fíjate hasta donde llega el aire que entra por tu nariz. ¿Solo sientes el calor en tus fosas nasales?, ¿lo notas en la garganta?, ¿llega a tu pecho? ¿notas cómo se abren tus costillas? ¿se infla tu abdomen?
Sé consciente de este aire, expíalo, sumérgete en él, siente los latidos de tu corazón, fíjate cómo las palpitaciones varían según cambia tu respiración. 

Puedes relajarte simplemente respirando. Está a tu alcance siempre y en todo momento.

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Cuento de la Colección Playter "Luna y su dolor de piernas".