miércoles, 20 de agosto de 2014

Y si tengo tortícolis...?

La tortícolis es la contracción muscular prolongada de ciertos músculos del cuello, concretamente, el angular de la escápula, escalenos y especialmente el esternocleidomastoideo, aunque puede haber más músculos implicados.

¿Cómo sé que es eso lo que yo tengo?
El acortamiento de estos músculos lo notamos porque además de sentir dolor y una sensación de mordisco continuo entre el cuello y la paletilla, la amplitud de nuestros movimientos en esta zona se ha reducido considerablemente. El dolor nos impide realizar ciertos giros.
Visualmente puede detectarse porque mientras la cabeza apunta hacia un hombro, el mentón apunta hacia el lado contrario.
Además la persona afectada, no podrá girar bien el cuello al mirar hacia un lado o al echar la cabeza hacia atrás, por lo que para mirar hacia la derecha o izquierda (depende del lado afectado) moverá todo el tronco en bloque.


¿Hay alguna forma de evitar la tortícolis?
Hay muchas formas de evitar que se produzca habitualmente y de forma prolongada. Aunque no existe un remedio válido para todo el mundo, en caso de que sufras tortícolis de una forma reiterada, debes tomarte en serio cambiar ciertos hábitos.

Normalmente esta patología ocurre por malas posturas así que:
  • Suprime almohadas y cojines demasiado altos o bajos, porque producen una postura forzada del cuello.
  • Evita realizar movimientos bruscos en tu vida cotidiana o si realizas alguna actividad deportiva.
  • Fíjate si debes corregir tu forma de caminar, sentarte o tumbarte.
  • Evita exponerte a corrientes de aire o frío. Protege la musculatura del cuello con un pañuelo o bufanda.
  • Practica a diario autoestiramientos.
  • Acude a un terapeuta manual de vez en cuando, para que masajee y estire bien esa zona de tu cuerpo que por algún motivo es más debil y susceptible a sufrir tensión.
Para aliviar el dolor:
  • Aplica calor seco, puede servirte el secador de pelo.
  • También puedes realizar masajes en la zona dolorida, buscando con tus dedos puntos dolorosos y presionando sobre ellos unos segundos.
  • Realiza estiramientos suaves del cuello. No hagas ejercicios en los que tengas que hacer fuerza. No se trata de tensar los músculos al límite, más bien es estirar, poco a poco, respirando lenta y profundamente y respetando el límite del dolor. Al volver a la posición incial también hazlo suavemente.
  • Acude a un profesional si no consigues quitártelo tú mism@.

martes, 12 de agosto de 2014

El Ébola ya tiene tratamiento.

Estos últimos días estoy viendo noticias que me recuerdan a la época de la famosa gripe A.

No me gusta que se juegue con la salud de las personas por eso quiero escribir sobre esto de las epidemias y pandemias que tanto aterrorizan a algun@s. 
Ultimamente estamos viviendo una nueva intentona de atemorizar a la gente con el Ébola.
Por lo tanto conviene que exista información para contrastar las noticias y titulares aterradores que nos invaden.

El ébola es un virus que afecta a seres humanos y primates. Altera unas células que recubren la superficie interior de los vasos sanguíneos y desequilibran la coagulación. Eso puede producir una fiebre hemorrágica.
Se contagia a través de la sangre, semen, saliva o por la piel y tejidos de las personas infectadas.


Según rtve.es es un brote sin precedentes, fuera de control y para el que no hay vacuna ni tratamiento.

Pero casualmente me llegó ayer un artículo que habla de la forma en que se puede tratar el ébola. Aquí lo podéis leer, luego sacar vosotr@s mism@s vuestras propias conclusiones.