viernes, 19 de septiembre de 2014

En caso de espolón...

¿Qué es un espolón?
Un trozo de tejido óseo que ha aparecido debajo del hueso que tenemos en el talón. Parece ser que producido por una inflamación intensa y duradera de la fascia plantar que da lugar a la aparición de esta calcificación en el hueso calcáneo.

¿Y qué es la Fascia Plantar?
La Fascia Plantar es una banda de tejido fibroso blanco que recubre el suelo de la bóveda del pie. Esta banda abarca el tramo que va desde el talón, donde está el hueso calcáneo, hasta la parte anterior de la planta, donde encontramos los huesos metatarsianos. También recubre los tendones flexores, el tendón aductor del primer dedo en la región interna del talón y el aductor del meñique en la parte externa. 
Ilustración realizada por Sheila Ozuo-omen


¿Cómo sé que tengo un espolón?
Los síntomas que aparecen son un dolor habitual en la planta del pie, bajo el talón, aunque también puede extenderse a otras partes del pie y variar de situación e intensidad del dolor de un día para otro, especialmente por la mañana o después de periodos de inactividad.


¿Por qué aparece?
Muchas pueden ser las razones:
  • Continuos movimientos violentos con el pie.
  • Deportes en los que esta zona recibe un sobreesfuerzo continuo. Correr, saltar, bailar, jugar a fútbol,...
  • Personas con sobrepeso, con los pies muy arqueados o justo con todo lo contrario, los pies planos.
  • Lesiones en el Tendón de Aquiles...
  • Contracturas en músculos de la pantorrilla.
  • Uso de calzado inadecuado. 
  • Forma incorrecta de usar un pie o ambos pies, al caminar, pedalear, conducir... 
¿Cuál es la mejor forma para tratarlo?

Depende de la que más se acomode a tus gustos.
Aunque la cirugía y los fármacos, son las más conocidas para tratar el espolón, existen otras maneras menos agresivas de hacerlo.
  1. Plantillas. Tienen como objetivo aliviar la tensión que recibe la zona haciendo que los movimientos sean menos dolorosos.
  2. Férulas nocturnas. Su objetivo es mantener el pie y la fascia plantar estirados.
  3. Reducir todo lo posible las actividades en las que los pies sufran un esfuerzo. Por ejemplo correr no es adecuado por el impacto que recibe esta zona del pie.
  4. Buscar un calzado cómodo para tus pies.
  5. Aplicar hielo.
  6. Estiramientos de los músculos adyacentes.
  7. Masajes, acupuntura, digitopuntura, reflexología...existen varias técnicas.
  8. Corregir la forma de caminar. Aprende higiene postural.
  9. Proponerse bajar de peso, si es tu caso.
El objetivo es reducir la inflamación de la fascia, que es lo que está produciendo el dolor. 

Si buscas un tratamiento personalizado para tu caso, puedes acudir a mi consulta física con cita previa llamando al 963 511 900

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